Finalmente llegó la hora de apertura del primer Surf Park de Estados Unidos. La fecha elegida…
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La historia de los primeros surfistas cubanos en viajar a Estados Unidos y volver a su país
El día que llegaron a Trestles, el presidente norteamericano, Donald Trump, decidió ponerle un freno a las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Conocé la historia de los surfistas que fueron más allá de las barreras políticas.
Hace un tiempo que los surfistas cubanos vienen luchando porque el deporte sea reconocido en el país y deje de ser ilegal. Las playas y el potencial surfero de la isla todavía sigue limitado por el gobierno, que regula fuertemente la importación de equipos, incluyendo el foam y los materiales para poder shapear tablas. Es más, para shapear, algunos usan las puertas de las heladeras y ralladores de queso. Ser un surfista en Cuba no es nada facil.

El taller de Frank Gonzalez: heladeras y ralladores de queso para shapear
El documental “Havana Libre” retrata esta realidad y busca cambiarla. Como parte del proyecto, dos de los surfistas que están detrás de esta película fueron invitados para disfrutar de las olas de California y Hawaii, en el marco del Laboratorio Cultural del Centro Smithsoniano. Frank Gonzalez y Yaya Guerrero son los primeros cubanos que viajaron a surfear a Estados Unidos y después pudieron volver a su país.
El viaje fue planeado para ellos como un verdadero sueño. Viajaron hasta Los Ángeles sin sus tablas hechas de heladeras y cuando aterrizaron en su destino, fueron a HaydenShapes para buscar algunas tablas nuevas, muy diferentes a las que están acostumbrados. En su llegada a Trestles, antes de la primera surfeada californiana, hubo una especie de bendición tácita. En su caminata a la playa se cruzaron con nada más y nada menos que Kelly Slater a bordo de su bicicleta eléctrica. Y como si esto fuera poco, en su ida a Hawaii se quedaron nada más y nada menos que en la casa de Garret McNamara en el North Shore.
- Fran y Yaya, con Pat Gudauskas y Dylan Graves
- Los cubanos junto a Patt O’Connel, de Hurley
Si bien Hawaii fue un capítulo irreal dentro de un sueño, Frank y Yaya no podían esperar para volver a California. Había un swell en camino y no se lo podían perder. La voz se fue corriendo y la comunidad surfera de Califonia se enteró de la presencia de estos dos cubanos en búsqueda de olas. Patt O’Connel, de Hurley les regaló su primer wetsuit y Frank y Yaya compartieron una sesión con Pat Gudauskas y Dylan Graves. Después de acampar en San Diego, los llevaron a la central de Firewire donde hubo otro capítulo irreal. Frank y Yaya estaban viendo distintos shapes para sus tablas cuando Rob Machado se acercó hacia el lugar para hablar de surf y shapes. Yaya no pudo contener la emoción y empezó a llorar apenas lo vio.

Frank y Yaya, con Rob Machado en Firewire
Frank y Yaya se llevaron seis tablas de Firewire para volver a Cuba y olvidarse de los shapes con heladeras y ralladores de queso.
Sobre el final de su viaje, se reunieron con el presidente de la ISA, Fernando Aguerre, y hablaron sobre las chances de legitimizar el deporte en Cuba y Fernando les compartió su experiencia de haber luchado por levantarle la veda al surf durante la última dictadura militar en Argentina.
“Si es un sueño, no me quiero despertar”. Frank Gonzalez, surfista cubano.
Dos desconocidos surfistas cubanos y la lucha por una pasión, con el sueño de disfrutar la libertad del mar como motor.
Fuente: Stab Magazine