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Especial Incubus en Argentina: revivimos la entrevista a Ben Kenney

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Para festejar la cuarta visita de Incubus a nuestro país, compartimos esta nota exclusiva publicada en el número 35 de Gravedad Zero Mag. Se trata de una extensa entrevista realizada por Adriano Mazzeo con Ben Kenney, el talentoso bajista de Incubus y ex músico de The Roots en los momentos previos a su última visita a Buenos Aires en 2013. Kenney contesta sobre temas claves en su vida como su experiencia previa a Incubus, sus influencias musicales más importantes, las relaciones dentro de la banda y su amor eterno por el surf. El apertivo ideal para entrando en clima antes del show de Incubus el próximo 28 de Septiembre en el DirecTv Arena. Podés conseguir tu entrada para el 28 de septiembre acá.

Por: Adriano Mazzeo – Entrevista publicada en Gravedad Zero Mag #35

INCUBUS – MÚSICA QUE FLUYE

Para mí, Incubus siempre fue una banda atractiva. A pesar de un comienzo con comparaciones inevitables, la banda fue definiendo un sonido –amplio, sorprendente- en poco tiempo. Y así se convirtieron en uno de los pocos sobrevivientes de una escena que reinaba en los últimos coletazos de brillo de la industria discográfica, el Nu Metal. En 2003 cambiaron de bajista y decidieron ser otra banda, disfrutando la magnífica musicalidad del nuevo chico del clan, el señor Ben Kenney, cuyas líneas de bajo fluyen placenteramente como lo hace su surfboard en diferentes océanos del planeta.

Ben llega a Incubus desde la tangente: meses antes de conformar su pase a la banda, fue invitado por José Pasillas (batería) y Mike Einziger (guitarra) a unirse a Time Lapse Consortium, un proyecto nacido con el objetivo de dar shows de beneficio donde también estaba Neal Evans de Soulive. Entre los sonidos del soul y la surf music de big band de TLC es que los Incubus descubren a quien sería su nuevo bajista.

Cuando entraste a Incubus, ¿cómo te sentiste al sustituir a un bajista como Dirk Lance? Es decir, ambos tienen estilos muy diferentes y desde fuera se puede apreciar que la banda abrió sus brazos completamente a tu estilo. En su momento, escribí una crítica de A Crow Left of the Murder (el disco en el que debutó Ben, de 2004) en la que me referí a vos como el «nuevo líder musical» de la banda. ¿Qué pensás de la manera en que tu estilo encajó en el grupo?

Creo que cuando me uní a la banda, los muchachos directamente dijeron “hacé lo que quieras”. Sólo querían que sea yo mismo, que toque de la manera que yo toco naturalmente. Fueron muy claros respecto de que no fui contratado para imitar a Dirk, sabés. Cuando llegué a Incubus los chicos estaban cambiando drásticamente hacia un nuevo lugar musical, estaban en un momento muy creativo, muy cargados de la intención de hacer algo nuevo. Algunas personas fuera de la banda me decían que renové el sonido de la banda, pero… mirá ¡ellos no son exactamente un puñado de músicos malos ni limitados! Estos tipos son serios, no hacen nada que no quieran hacer. Así que esto de que yo cambié a la banda no es verdad, no es mi crédito. Todos trabajamos juntos y transformamos a Incubus en lo que es.

¿Qué podés decir del momento actual de la banda? ¿Cómo se siente volver del hiato del último año? ¿Llegaron a pensar en separarse?

Bueno, se siente muy bien al volver, hay mucho entusiasmo. Es como algo nuevo de hecho porque nos tiramos un buen tiempo haciendo otras cosas. Personalmente no pensé que podíamos llegar a separarnos, ya sabés, es una banda adorable, son buena gente, amamos hacer música juntos. Sólo necesitábamos estar un tiempo libres, pero no por siempre. Realmente eso espero, no quiero saber nada con que la banda se separe. (risas)

Con el último disco If not now, when? La banda encaró un sonido diferente, más suave y melódico que usualmente. ¿Creés que Incubus definitivamente encontró su sonido o esto es parte de la evolución global de la banda?

Creo que si escuchás cada disco te darás cuenta que son muy distintos. Y si tenemos la chance de hacer uno nuevo, de seguro iremos en un dirección totalmente diferente. No tenemos dos discos iguales así que estamos en una evolución constante. Creo que nunca encontraremos nuestro sonido, de eso se trata: de intentar encontrarlo y disfrutar del “mientras”.

Incubus tiene una carrera muy rica en términos de versatilidad musical. A veces esa condición es interesante para usar a la banda como ejemplo de pluralidad y mentalidad abierta. ¿Cuál creés que es la mayor contribución cultural que hace Incubus a quien los escucha?

Mmm… creo que nuestro mayor aporte es hacer sentir bien a la gente, eso es una de las cosas más grandiosas que alguien puede hacer. Es un gran desafío, un tremendo “pain in the ass”, es sacar lo mejor de vos, lograr sentirte bien y pasar esa energía a los demás. Es una sensación hermosa la de sentir que uno puede dar eso y ser parte de la felicidad de otros.

¿Cuál es la dinámica en la relación entre los miembros de la banda? Ustedes son un puñado de músicos creativos y con fuerte personalidad artística. ¿Es fácil ponerse de acuerdo cuando escriben música para un nuevo disco o cuando toman decisiones en común?

Es siempre muy intenso todo, porque todo el mundo quiere lo mejor para la banda pero desde su propio punto de vista. Todos queremos que lo que siempre haga Incubus sea increíble, pero a veces tenemos cinco diferentes ideas de lo que significa en este caso la palabra “increíble”. Es una cuestión de negociación, no es que una persona dicta la dirección o el futuro de la banda.

¿Qué planes futuros tienen?

La verdad, estamos viviendo el momento ya que estuvimos mucho tiempo libres y al volver a juntarnos, debemos re aprender a tocar canciones y a ponernos al día entre nosotros. No hay razones para apurarnos ahora mismo.

Este es tu décimo año desde que entraste al grupo, ¿qué podes decir de todo este tiempo?

Siento que todos estos años pasaron muy rápido. Desearía poder volver atrás y experimentar todo de nuevo porque fue impresionante. Y debo confesarte, me encantaría estar en esta banda por 30 años más, fue un viaje alucinante.

¿Hay alguna posibilidad de que Time Lapse Consortium vuelva a la ruta? ¿Extrañás ese proyecto?

Amaría que volviera esa banda, hubo alguna oportunidad cuando Brandon estuvo muy ocupado con su disco solista en le verano, pero igualmente todo el resto estaban muy en la suya, en otros proyectos. Pero siempre está el tema sobre la mesa, a ver qué podemos hacer, cuando volvemos a tocar, etc.

PASIÓN Y TERAPIA EN EL AGUA.

Originales de Calabasas, una pequeña ciudad en el condado de Los Angeles, ubicada sobre las colinas del Valle de San Fernando, los Incubus siempre estuvieron ligados a los deportes de tabla. En sus comienzos fueron sponsoreados por marcas como Freshjive, DVS o Pornstar y en varios home-videos se los veía destacándose sobre longboards haciendo downhill en California. Pero aún más intensa es la relación de la banda con el surf. Mediante su organización sin fines de lucro Make Yourself Foundation, concientizan sobre el medio ambiente y la salud de los océanos y suelen participar en eventos de caridad. Colaboraron activamente con las víctimas del tsunami del Sudeste Asiático de 2004 y en el reciente tifón en Filipinas. Hace unos meses lanzaron un concurso para fans en el que el premio consistía en una clase de surf con el cantante Brandon Boyd en Huntington Beach. En ese aspecto, también Ben fue el indicado para entrar en la banda.

¿Cómo comenzó tu relación con el surf?

Bien, yo crecí en un pueblo de playa en la Costa Este de Estados Unidos, llamado Manasquan, en el estado de Nueva Jersey, y como todo el mundo me pasaba los veranos, primaveras y otoños en el agua. Manasquan es uno de los mejores “surfing towns” en el área de Nueva York. Así que cuando era chico me conseguí un bodyboard; tendría once o doce años y lo usé como una introducción a como surfear, realmente. Cuando surfeo me siento balanceado, me hace muy bien, me conecta muchísimo con mí mismo y con todo lo que me rodea. El surf no es un deporte para mí, es una actividad. No lo hago para impresionar a nadie, sólo lo practico para relajarme.

En el momento de decidir dónde ir de vacaciones ¿considerás el lugar dependiendo si podés surfear allí o no?

Sí, siempre lo hago, lo tengo muy en cuenta. El único problema con el que a veces me encuentro es que yo no soy de surfear olas de gran tamaño, que superen mi estatura, digamos; no estoy en esa vibra. Así que algunos lugares realmente no funcionan para mí (risas). Pero bueno, siempre intento viajar y que el surf sea parte de eso, y me encanta hacer mis libros de viaje.

¿Todavía vivís en Manasquan?

No, hace más de un año que vivo en Nueva York.

¿Qué spots del mundo tuviste la chance de correr y cuales serían tus favoritos?

Me encanta surfear en el Condado de Ventura en California, hay muchísimos buenos spots ahí. Amo ir a esos lugares que en realidad ni siquiera tienen nombres, son sólo caminos al lado de la carretera en los que bajás caminando y te encontrás con un tremendo break ahí mismo.

El único lugar que surfeé en Hawaii es Waikiki. La última vez que estuve allí fue en verano y había viento norte y ya estaba un poco heavy para mí. También estuve en Sunset Beach lo cual fue muy emocionante porque desde chico crecí viendo los campeonatos en ese lugar. Luego surfeé en Australia, en Bondi, que es muy turístico pero es divertido. También en Fiji, un par de veces en Cloud Break que es un lugar asombroso.

¿Qué puntos en común encontrás entre correr una buena ola y disfrutar a tope tocando en vivo?

La mayor cuestión en común que hay entre estas dos cosas es que cuando vos realmente lo estás haciendo bien y estás súper conectado, todo fluye. Yo disfruto de correr una simple ola porque siempre te deja abierta la incógnita sobre lo que harás luego, cual será tu próximo desafío. Como cuando corrés con una tabla corta y necesitás moverte con rapidez y habilidad… hay un hilo al que seguir, hay una serie de condiciones a las que atender en ese momento. Cuando toco un tema necesito sentir que estoy siguiendo bien ese hilo para poder relajarme y que eso me permita improvisar. La idea es lograr la sensación de estar en el momento y lugar adecuado, es hermoso cuando eso pasa y lo que resta es sólo disfrutar.

Antes de meterte al agua ¿qué tipo de música te gusta escuchar?

Depende mucho del swell: si está sucio, revuelto y es un día gris, como pasa en muchos de los mejores spots de Nueva Jersey, con sus días tormentosos, pues ahí me gusta escuchar thrash o metal, sobre todo si hace frío. Pero si hace calor, si los vientos están perfectos y estoy rodeado de amigos, bueno, eso es otra historia y seguro me volcaría a algo más agradable, algo más basado en guitarras acústicas, seguramente. Algo bien relajante.

SOLO Y BIEN ACOMPAÑADO

Si bien el trabajo de Kenney es sobre todo conocido por su papel de bajista en Incubus, el hombre tiene un curriculum apabullante del que no todo el mundo está al tanto. Ben es un prolífico solista con cuatro discos de estudio hechos a su manera: sutiles, prolijos, agradables, quizá demasiados dulces de a momentos, pero sin dudas de buena calidad. Prueba de esto es el corte de difusión de su tercer disco Distance and Comfort: háganse un favor y busquen “Eulogy” en la primera computadora que se les cruce. En sus trabajos solistas las composiciones y arreglos salen de la media y llaman la atención de productores-monstruos de la industria y así es como Mr. Kenney se ha paseado por las filas de los reyes del hip hop The Roots (donde fue miembro estable de la banda en la guitarra) y por el estudio de gente como Erykah Badu, Justin Timberlake, Timbaland, Faith Evans, DJ Jazzy Jeff y Blackalicious.

En tus discos tocás todos los instrumentos, así que me interesaba saber cuales son los bateristas, cantantes, guitarristas y bajistas que más te influenciaron.

Mmm ¡hay muchísimos! Algunos de los más importantes como bajistas son Darryl Jenifer de los Bad Brains y John Taylor de Duran Duran. En guitarra, siempre fui un enorme fan de Yngwie Malmsteen (risa culposa), también Ken Andrews de Failure. Cantantes… sería Colin Hay de Men at Work, escucharlo es alucinante, este tipo es capaz de “cantar” una guía telefónica o un diccionario. Luego mis bateristas favoritos son… son muchos pero también de los Bad Brains Makie Jayson que me influenció muchísimo, es genial.

Lanzás tus discos solistas de una manera muy Do It Yourself, por tu propio sello Ghetto Crush, como queriendo mantener la cosa bien underground. Pero al mismo tiempo tu música es pegadiza y de algún modo, fácil de escuchar. ¿Hay alguna contradicción allí? ¿A dónde querés llegar con tu carrera solista?

Oh man, me encantaría hacer de todo con mi carrera solista. Pero no suelo preguntarme “hacia dónde quiero ir”; mi carrera no es algo “chico” porque yo quiera mantenerlo así, es que simplemente es algo diferente, no sé cómo explicarlo. Sé que es diferente a lo demás que hago y los resultados también lo son, pero yo lo vivo con mucha pasión, y aquello de mantenerlo under, puede que así sea pero no lo hago con intención.

¿Debería haber expectativas en Sudamérica de tenerte girando algún día?

Algún día, ¡me encantaría! Estoy en contacto con un gran amigo y promotor de Chile y él estuvo teniendo algunas conversaciones al respecto. Pero por ahora nos es muy caro bajar hasta allá, así que estamos analizando la forma de hacerlo accesible, cómodo y bien en todo sentido. Creo que tarde o temprano pasará.

Fotos: incubushq.com/photos

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