Surfista descubre una ola de río de clase mundial en Myanmar

El francés Antony Cola es uno de los grandes aventureros del surf. Ha sido pionero en el surfing de Brasil en Pororoca, el Quangchao en China, Benak de Malasia y el Bono en Indonesia. Ahora lo vuelve a ser en Myanmar donde encontró una ola de río de clase mundial.

En su última misión logró surfear en el Golfo de Martaban en Myanmar (antes conocido como Birmania), situado junto a la antigua capital, Yangon.

«Confiamos en mapas y revistas de los días coloniales de los británicos y los portugueses para descubrir posibles olas», dice Colas. «Encontramos pruebas de que los navegantes en el siglo XIX habían emitido advertencias sobre las olas en el río Sittaung».

La investigación incluyó un estudio del río de 1932 y una pintura en blanco y negro de 70 años de edad. La ilustración representaba una batalla entre dos buques de guerra que fue interrumpida por una ola enorme.

La última prueba que convenció a Colas y a sus amigos para que fueran a ver la zona era la presencia de un canal. «Descubrí que los lugareños estaban perdiendo barcos y cargas debido a las frecuentes olas y por lo tanto habían construido un canal entre dos ríos para que pudieran evitarlo completamente», dice. «El canal tenía 50 millas de largo y fue construido con sus manos desnudas, así que pensé que el diámetro debe ser significativo».

Mientras que el viaje fue un éxito sin reservas, Colas cree que han visto sólo una astilla del potencial surfero que existe allí. «Incluso siete días después del pico de la marea, todavía estábamos surfeando olas de dos pies de altura, así que estimaría que durante el pico podría haber olas de de hasta 10 pies de altura», dijo con entusiasmo.

«El ambiente es totalmente surfer amigable; Es realmente fácil llegar a Rangún [el antiguo nombre de Yangon] y Myanmar está realmente abriendo sus brazos a los visitantes «, dice Colas. «Y eso sin mencionar los millones de hermosas pagodas [santuarios budistas atendidos por los mencionados monjes], el paisaje tropical y los seres humanos maravillosos que viven allí.»