El skateboarding como arma de unión masiva?

Todavía me acuerdo una noche que estaba patinando solo en una vereda perdida de mi ciudad cuando un chico se me acerca y me cuenta que es su primer día en la ciudad, que se había mudado para estudiar y que también patinaba. Le di la bienvenida y le conté que al día siguiente se acerque a la plaza donde nos juntábamos a patinar todos los días. 20 años después son esas mismas personas que conoció esa tarde en la plaza quienes conforman su círculo de amigos más cercanos, que no sólo siguen patinando juntos a diario sino que formaron la asociación de skate local y consecuentemente fundaron uno de los mejores skateparks del país.

Esta es una de millones de historias que el skate nos regaló y regala a diario, historias de amistad, de aventuras, de inclusión y amor por un estilo de vida que sólo puedes entender realmente si lo vives, si eres testigo cercano de los lazos y valores que crea, de las botellas rotas, música, grafittis, trucos, bares y fiestas que moldearon y moldean tu adolescencia.

El skate como arma de unión masiva? Se me fue la mano? Creo que no.

Pongamos al skatepark como protagonista estructural de esta historia por ejemplo, ya se, es la calle es el habitat natural del skate, pero se entiende el concepto no?

A primera vista parece una suerte de caos controlado, gente de un lado para el otro, tablas que salen disparadas, algunas colisiones y otros cientos de casi choques en varias zonas al mismo tiempo. A los costados y no tanto, pequeños grupos esparcidos, otras tribus urbanas comparten el espacio creando sus realidades a una distancia prudencial. Personajes del skate que están siempre presentes; el pro, el limado, el personaje, el que casi no patina pero viene siempre y así una lista enorme de gente colorida que hace de estos espacios y deporte, un estilo de vida.

En el skate puede haber segmentación pero se rompe bastante rápido una vez que el interés por pasarla bien con una patineta y lo que genera se hace evidente. Los desconocidos se vuelven un poco mas conocidos, la cooperación se vuelve un lugar familiar en el ecosistema skater y es justamente este factor el que le da pie a una de las cosas mas lindas del skate, la diversidad.

Es acá donde el mundo skater comienza a cargar el arma de unión masiva. Los jóvenes y no tanto, creando comunidad, compartiendo desde la expresión individual y colectiva.

Lo viví en carne propia, como el skate me mostró en mi adolescencia realidades que no hubiese experimentado de otra manera. El skate nos unía de manera profunda mientras que nuestras realidades eran casi opuestas, y dentro de esas diferencias nos dábamos cuenta que todos podemos conectar, que podemos compartir ideales y sensaciones que nacen a partir de aprender patinando, y así aprender sobre el mundo.

En la calle existe el peligro, la violencia, pero también pueden exisitir otras cosas, y el skate te las presenta  tal y como son pero con una gran cuota de empatía, el skate al fin y al cabo es un gran conector y hoy eso hace mucha falta.

Los invito a subirse, pero ojo, peligro inminente de sonrisa.

Gracias Luna Viale / Leo Terreti y Agustin Esparza por las fotos.